En agosto de 1797, Carolina dejó Carlton House y se instaló en una casa alquilada cerca de Blackheath, Collin-Rodney-El-Desarrollo-de-La-Luz (color) por lo que abandonó a su hija. Recordó también una ocasión en que una multitud se había reunido alrededor de su casa en Earl’s Court para ver a la pequeña y los niños se unieron a la multitud sin ser reconocidos. Esto podría ser tan simple como tomar una taza de café o almorzar juntos, o quizás realizar un viaje de un día a una ciudad nueva o pasar la tarde remando en kayak. Un día antes de que pasaran nueve meses de la boda, Carolina dio a luz a una niña. El día de su boda, apareció borracho.
Antes de la boda, que se celebró el 8 de abril de 1795, Jorge mandó llamar a su hermano Guillermo para decirle que María Fitzherbert era la única mujer que él amaría en su vida. Cuando Carlota tenía ocho años, su padre, que continuaba su relación con María Fitzherbert, decidió que quería Carlton House solo para él. ↑ Rosa, José María (1976). Rosas, nuestro contemporáneo. ↑ Juan Ricardo Montoya (22 de noviembre de 2014). «Sabotearon nuestra participación en protestas: universitarios de Hidalgo». ↑ Consultar por ejemplo la sección «Otros» en la página Usuario:Userbox/Intereses. ↑ a b c d e f «Hitos de la industria automotriz argentina». ↑ Ficha de la película Archivado el 21 de mayo de 2011 en la Wayback Machine.
↑ El Supremo de Kenia anula los resultados de las elecciones y ordena repetirlas. Se decía que la princesa Carolina se había comportado de forma poco correcta con un oficial irlandés del ejército de su padre y, además, las negociaciones para concertar el matrimonio se habían interrumpido muchas veces sin razón aparente. Jorge dijo más tarde que solo tuvo relaciones con su mujer tres veces y que, durante una de esas ocasiones, la princesa había hecho un comentario sobre el tamaño de su pene. Lady Clifford se la llevaba muchas veces con uno de sus nietos, el honorable George Keppel, tres años más joven que Carlota, para que jugara con ella.
La mudanza se produjo sin la presencia de la gobernanta de Carlota, lady Elgin, viuda de Charles Bruce, 5º conde de Elgin, que tenía una relación muy estrecha con la princesa. La sustituta de lady Elgin, lady Clifford, viuda de Edward Southwell, 20º barón de Clifford, quería a Carlota, pero era demasiado simpática para conseguir disciplinar a la pequeña, que se había convertido en una chiquilla exuberante. Igualmente, contrató al obispo de Exeter para que la instruyera en la religión anglicana, con la esperanza de que Carlota, cuando fuera reina, la defendiera. Carlota era una niña sana y, según su biógrafa, Thea Holme, «daba la impresión, al ver las primeras historias registradas de Carlota, que esta tenía un corazón cálido y valiente».