Uno de los conceptos más importantes al enseñar español es conjugar los verbos y ayudarles a los estudiantes a comprender cómo esas palabras cambian con los tiempos y usos. Para datar la construcción del anfiteatro, que sitúa en los tiempos de los primeros emperadores, no tenía más testimonios que las antiguas tumbas de las inmediaciones, las cuales eran posteriores a la construcción del Anfiteatro. La tumba, que carecía de ajuar, pero sí parecidos tipológicos con otras halladas en la Necrópolis, daba claros indicios de que el abandono del anfiteatro correspondía a finales del Imperio. El anfiteatro de Carmona, que es uno de los primeros construidos en Hispania, fue un hallazgo importante para la arqueología romana en su tiempo al tener la singularidad de ser descubierto mediante un nuevo concepto de investigación arqueológica. La NASL renació en 2009 y echó a rodar el balón en 2011, a la espera de conseguir el requisito mínimo para ser considerado como «Segunda División» por la USSF: contar con ocho equipos.
A través de camisetas y carteles con mensajes como «Yo sí quiero Madrid Central» y «Mi futuro pasa por Madrid Central» respaldarán la causa. Sus hallazgos eran tumbas no contemporáneas entre sí. Aquellos hallazgos protohistóricos (ante-romanos) que iban apareciendo bajo túmulos o a poca profundidad suscitaban una duda fundamental: ¿ En respuesta al evolucionismo darwiniano, que postulaba un desarrollo cultural policéntrico entre civilizaciones puesto que la psiquis era común, el difusionismo monocéntrico, de ideología más conservadora, atribuía el progreso al contacto cultural y al flujo cultural entre superior e inferior. Los difusionistas constataban la similitud de ciertas manifestaciones de culturas inferiores con las de las grandes civilizaciones superiores, llegando a la conclusión de que aquellas imitaban pobremente a estas.
Aquel mismo año también se fundó la Sociedad Arqueológica de Carmona, entidad erudita privada, radicada en la calle San Felipe número 15 junto al periódico «La Verdad», que pretendía dar un lustre académico y científico al núcleo carmonense. En el seminario de San Isidoro de Sevilla se impartía la asignatura de Arqueología Cristiana. Bonsor y su socio español habían establecido los cimientos de una moderna arqueología liberal basada en la propiedad privada y el libre mercado. Con este proyecto el 19 de diciembre de 1881 finalizó el viaje de Bonsor a España retornando a Lille, donde le esperaba su padre, para comenzar su otro «viaje»: a la Arqueología. Una vez finalizada la primera exploración de Los Alcores, Bonsor emprendió la de las islas Sorlingas (Scilly). La exploración de Los Alcores fue, sin duda, uno de sus trabajos más trascendentales.
La existencia de un área de necrópolis se conocía desde unos años antes, entre 1868 y 1869, con motivo de los trabajos de allanamiento del llamado Camino del Quemadero. De la escuela y en camino a casa, Keith iba al Macari’s Music Studio en Ealing Road, donde tomaría clases de batería, aprendiendo sus habilidades básicas en ella. Existe evidencia de que se cobraba una entrada por visitarlo y se hacían rebajas a grupos. Para la fecha de abandono poseía más elementos de juicio, como el hallazgo de una tumba a la derecha de la gran entrada tallada en la roca, y en una dirección transversal a las gradas del segundo meníano. A este año corresponde el hallazgo de otras dos grandes tumbas, la llamada Columbario-triclinio y la Tumba del Elefante.
En este tiempo el pintor «empezó a frecuentar los salones de la rive droite. Escucho hablar guaraní todo el tiempo. Al poco tiempo oyeron desde un cerro cercano el griterío de un grupo de indígenas y el sonido de los cuernos que tocaban para mostrar su disposición a atacar. Una buena canción puede escribirse a la primera, pero usualmente toma tiempo. Asegúrate de que no haya muebles tapando cosas que quieras a la vista, dwyane wade sin camiseta como una ventana. Precisamente ubicada en alguno de los territorios que por entonces estaban siendo explotados por las principales potencias coloniales europeas. Las primeras excavaciones de Juan Fernández y George Bonsor se remontan al invierno de 1882 en los terrenos que habían adquirido de olivos y canteras conocidos como los campos de la Paloma, de Manta y de la Plata. Bonsor fue un difusionista convencido.